Fue construida en 1901 como casa particular por el arquitecto Rubió i Bellver a cargo de Macari Golferichs. Ese mismo año recibió de manos del Ayuntamiento de Barcelona una mención especial durante los premios anuales.
Es un mágnifico ejemplo del Modernisme que se desarrolló en Barcelona y Catalunya a finales del siglo XIX y principios del XX un estilo influenciado por el gótico y la naturaleza.